LA MARISMA BRETONA
La manera más instructiva y divertida de descubrir la zona y conocer todas las riquezas de este entorno protegido es seguir el sendero de interpretación establecido por la oficina de turismo, que también organiza visitas guiadas en bicicleta llamadas La Maraîchine. En total, el pantano bretón cubre 45.000 hectáreas, incluyendo una red de canales (etiers), praderas húmedas y pólderes de gran riqueza biológica. Se extiende de norte a sur desde los municipios de Moutiers-en-Retz hasta Saint-Gilles-Croix-de-Vie en la costa y desde Machecoul hasta Challans en las tierras del este. Fueron los monjes benedictinos de los siglos XI al XIII los que emprendieron la construcción de las instalaciones de cultivo de la sal: fosos, fosos y fosos. Las longères y las bourrines, hábitat tradicional de la marisma, evocan la presencia del hombre y de los campanarios de los municipios de los alrededores: Saint-Cyr, Fresnay-en-Retz...... Hoy en día, la ostricultura se ha hecho cargo (ostras de Vendée-Atlantique) y el turismo se ha desarrollado considerablemente alrededor de las estaciones balnearias de la bahía de Bourgneuf (Les Moutiers-en-Retz, Noirmoutier, etc.) y de la costa de Vendée (Saint-Gilles-Croix-de-Vie, Saint-Jean-de-Monts, etc.). Los colores pastel del comienzo o del final del día dan un encanto mágico y encantador a este paisaje encantador. El crujido de las alas del cormorán, la garza real, la garza, los patos, el crujido seco de los juncos nos recuerdan aquí que la naturaleza es reina. Las protuberancias, redes largas en forma de embudo fueron colocadas para la pesca de la anguila. Tenga en cuenta de nuevo que el pantano bretón también se puede descubrir a caballo.