Restaurante muy agradable que ofrece una fórmula con frutas y verduras de los productores locales.
El pequeño Coelho ha crecido bien desde que Fred y Thierry empujaron las paredes, recuperando las del vecino restaurante La Marmite des Capucins. El Coelho ofrece ahora 72 asientos, a los que se añaden los 40 asientos del muy agradable y encantador patio. La recepción también es encantadora. Y la decoración, bueno, para variar, diremos que es muy bonita, todo en la simplicidad y la sobriedad, con el pequeño toque de exotismo que te hace sentir bien. ¿Y qué comes en el Coelho? Una cocina sencilla, a la carta o fórmula, con la mayor cantidad posible de productos de los productores locales para las frutas y verduras, como ese día las patatas a la granela, que acompañaron perfectamente al asado de ternera. Los viernes y sábados por la noche, el ambiente es más relajado, y puedes sacar felizmente tus dardos, o incluso calentar tu voz durante las tardes con música animada. Lo habréis entendido, el Coelho, es la bella dirección de Machecoul para (re)descubrir, todo en... ¡simplicidad!