Castillo del siglo XV, residencia real en su interior, con una arquitectura que atestigua las épocas, la estatua de Ana para admirar
En Nantes hay un castillo conocido por todos: el de los duques de Bretaña. Ha resistido la prueba del tiempo, a través de las épocas, desde finales del siglo XV. Encargado por Francisco II, último duque de Bretaña, fue sobre todo el de su hija, la famosa Ana de Bretaña, coronada dos veces reina de Francia, y que marcó al país por su fuerza y su valentía. Renovado, el monumento ha encontrado su lugar en el corazón de la ciudad. 5 siglos de historia fluyen entre sus murallas donde la arquitectura atraviesa las épocas. Fortaleza por fuera, residencia real con aire de Blois por dentro, se entra en su patio como en un jardín público. Podrá pasear por las murallas y observar las diferentes facetas de la ciudad, imaginando la visión de nuestros antepasados en Nantes. Puedes escudriñar las fachadas en busca de extrañas criaturas, guardianes del edificio: ¿puedes encontrarlas y ponerles nombre? Para una inmersión aún más completa, entre en el museo. El museo recorre la historia de Nantes, desde su creación hasta la actualidad, a través de numerosos dispositivos museográficos, que hacen que su experiencia sea aún más inolvidable. También es un lugar que acoge numerosas exposiciones temporales y eclécticas, que invitan a viajar y descubrir. Muchas de estas exposiciones son de interés nacional y contribuyen así a la reputación de Nantes. Si toda esta cultura le abre el apetito, debe saber que también hay mucho que comer. La famosa Fraiseraie, una empresa local que favorece los circuitos cortos, le ofrece, además de sus famosos helados, crêpes y galettes, perfectos para reponer fuerzas, ¡porque se necesita energía para recorrer este increíble castillo! Para concluir su visita, ¿por qué no echa un vistazo a la librería? Ya sea para llevarse un recuerdo o simplemente para contemplar el inmaculado edificio blanco. En el patio del castillo también se celebran numerosos actos, así que no dude en consultar el programa cuando esté en Nantes. Conciertos, fest noz (bailes bretones), recorridos nocturnos, recorridos sensoriales y otras búsquedas de fantasmas le esperan para hacer que su estancia sea memorable Y antes de irse, no olvide saludar a la estatua de Ana, creada por Jean Fréour en 2002. Desde entonces, ha estado vigilando el castillo durante siglos. Mientras el castillo siga en pie, Ana de Bretaña seguirá viva en el corazón de los nanteses.
On en apprend également beaucoup sur la vie d'Anne de Bretagne et les évènements du château au cours des siècles.
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