Restaurante con estrella Michelin y estrella verde que ofrece cocina gastronómica local e internacional
Ingredientes locales, sorpresas, una sinfonía de sabores en 4, 6 u 8 tiempos: esta es la alquimia que propone el joven chef Mathieu Pérou, perpetuando la tradición familiar y aportando su propia revolución. No hay menús fijos, sólo inspiración en cada servicio, proporcionada por los ingredientes del día que vienen directamente del Erdre, el río frente al Manoir de la Régate. Los peces, a veces olvidados, son revisados y sublimados aquí, como esta carpa, esta dorada y esta perca, transformadas. Las verduras proceden de un huerto cercano. El chef y su brigada utilizan sabores de temporada. El pan hecho a medida en exclusiva para el cocinero estrella resucita un trigo que data de 1830 y que en 2022 sorprende a nuestro paladar con este pan de levadura 100% natural. El toque del equipo hace que todos estos buenos productos locales se conviertan en platos con presentaciones y sabores inolvidables. Anne-Charlotte, la hermana de Mathieu, está al servicio con un equipo sonriente o con un sumiller, y según el plato, los miembros del equipo se acercan con orgullo a presentarle sus creaciones, dándole consejos cálidos y sabios. Me quito el sombrero ante el artista Con justicia, una primera estrella muy merecida 3 salones, 1 terraza con vistas al Erdre, una sala de reuniones para seminarios, un hotel cercano. En 1888, la antigua guinguette y el espíritu de la posada que reinaba entonces, es ahora el del Manoir, y las tradiciones locales y familiares bretonas se conservan bien en la actualidad. Para los que hayan hecho una reserva, la mesa de huéspedes frente al chef es un regalo especial
Opiniones de los miembros sobre LE MANOİR DE LA RÉGATE
De l’apéritif jusqu’au dessert, nous avons été comblés.
Nous avons opté pour le dîner en 6 plats avec accords mets et vins, les explications concernant les plats et les vins sont claires et maitrisées grâce à une très bonne connaissance des produits et du travail effectué en cuisine !
Finesse, délicatesse, délice, plaisir des yeux et du palais, professionnalisme, tout y est.
Ce fut une excellente expérience gustative et visuelle, l’art de la cuisine dans toute sa splendeur !
Nous avons passé une excellente soirée en couple.
Merci à Anne-Charlotte et son équipe pour l’accueil, l’amabilité et la gentillesse.
Je recommande cette adresse, c’est une excellente table.
Dommage que l’année du vin que nous avions choisi sur la carte (2018) ne correspondait pas à celui servi (2020) et qu’aucune explication n’ai été donné.
Dommage aussi qu’aucun amuses gueules nous ai été servi alors que nous avions bien pris un apéro.