Restaurante que ofrece una cocina extravagante de platos caseros en Nantes.
Escondida más abajo de la plaza de San Pedro, la Ciboulette no se nota del primer vistazo. Sin embargo, este restaurante merece la pena. El ambiente está amablemente anticuado, bañado con música clásica, mobiliario antiguo y lámparas de araña con una decoración florida. La cocina también no es extravagante, pero propone platos tan bien hechos que se olvida su banalidad. Así, el tártaro de buey preparado se convierte en una evidencia, entrando dignamente en el Top 3 nantais de la especialidad, y el milhojas de espárragos verdes al cura nantaba se sitúa en buena posición de las entradas más exitosas. Y qué decir de la casuillantina a los tres chocolates y su crema inglesa… Laurent, el chef, ha tenido tiempo de asaltar sus clásicos en grandes nombres de la cocina francesa como Marcel Thomas, último chef de cocina en el paquebot Francia. Hace poco, en el caso de la microempresa, los gerentes ya no pagan el IVA y hacen que los clientes se beneficien de ellos. Una dirección obligada pero atención, la sala sólo cuenta con unos quince cubiertos, es indispensable reservar.
(Avis d'origine)
Un sitio agradable y tranquilo para comer, la comida espectacular, tradicional y por un buen precio. Además, la chica que lo lleva es muy agradable y atenta.
J'ai pris les pétoncles et ma femme a pris le steak. Elle n'a pas été trop impressionnée par le steak, mais j'ai été fortement impressionné par les pétoncles cuits à la perfection.
(Avis d'origine)
The hostess was so welcoming. This is one of those restaurants with a handful of tables that allow you to enjoy your night out without being rushed; no overlapping courses!
I had the scallops and my wife had the steak. She was not overly impressed by the steak but I was solidly impressed by the scallops that were cooked to perfection.
Nous avons super bien mangé, tout était délicieux de l entrée au dessert.
Bravo je recommande à 1000%