LE CABINET DE CLAUDIA

Venir a la peluquería de Claudia es un momento de compartir dentro de un barrio, de un pueblo. Lleva años trabajando allí. En este salón poco convencional, Claudia hace que la gente se sienta a gusto. En la entrada, un Buda nos vigila. Tras diagnosticar nuestro cabello e intercambiar ideas, nuestro peluquero trabaja para ponernos guapos (y guapas) con técnicas experimentadas, gestos precisos y el fruto de una gran experiencia. Ama su trabajo, ama a la gente y su humanismo es comunicativo. ¡Una escucha sincera, sonrisas benévolas y actitud zen! ¡Un té orgánico ofrecido, precios muy razonables nos hacen venir y volver! También cabe destacar la flexibilidad de horarios según las peticiones de los clientes y, a veces, incluso los domingos