LA FUENTE DE SAINT-JULIEN
Hay que encontrarla porque está bien escondida, esta fuente, al lado de la calzada, en los arbustos, no muy lejos del puente romano. Su agua, llamada milagrosa, era utilizada por los peregrinos que iban a Santiago de Compostela. El origen de la leyenda se remonta al siglo IV. Un oficial romano, Julio, notó durante una parada en Madilonium que el agua de la fuente tenía una virtud para curar la inflamación. Los habitantes del pueblo lo llamaron entonces: la fuente de Julien.
La fuente de Saint-Julien fue construida en 1710 por los rectores de Saint-Julien-de-Vouvantes y Mouzillon. Contenía tres nichos: uno para la Virgen, otro para San Ferréol y el tercero para San Julián. Hoy, gracias a un concurso de buena voluntad, la Virgen ha vuelto al nicho superior, Saint-Louis ha sustituido a Saint-Férréol y Saint-Julien ha encontrado su lugar en su fuente.