IGLESIA DE NOTRE-DAME
La primera iglesia de la ciudad data del siglo XIII, ya que Gaufridus, obispo de Nantes, se detuvo allí en 1210, y en 1681, el edificio se encontraba en un estado lamentable y los católicos exigieron una nueva iglesia, por lo que Luis XIV decidió participar en su reconstrucción y financió la obra. Aún hoy se puede ver una piedra grabada, situada cerca de la puerta lateral, fechada en 1684. Pero en 1793, la iglesia fue destruida por los republicanos por la única razón de que el sacerdote se negó a prestar juramento a la constitución civil del clero. Muestra las estatuas de San Bartolomé y San Sebastián. El altar de mármol negro data de 1717 y procede de la antigua iglesia de Bourgneuf-en-Retz. Reconstruido en 1803, fue perfectamente renovado con motivo de su bicentenario en 2003.