IGLESIA DE SAN MARTIN
A la vista de su torre-campanario fortificada y de sus asesinos, la iglesia de Sillegny nos parece masiva, austera. Sin embargo, su interior revela un estilo gótico flamenco y otras maravillas, le valen su apodo de "Sixtina de la Seille": sus paredes están recubiertas de frescos del siglo XVI. El policcromromol en general nos permite suponer que los autores en cuestión (pintores ambulantes) serían de origen italiano. Después, todas las pinturas fueron recubiertas de un badioma, antes de su redescubrimiento, unos siglos después. Los temas iconográficos principales son: la leyenda de San Martín, el árbol de Jesús (a la izquierda en el coro) y los cuatro evangelistas (Luc, Marc, Jean, Mathieu) y sus atributos (toro, león, águila, hombre) en la bóveda.
Al salir, levanta los ojos para admirar Saint Christophe que lleva al niño Jesús (a la derecha) y el monumental Castro, donde Cristo es juez del fin de los tiempos. A la izquierda, los elegidos irán directamente al Paraíso, bajo la batuta de San Pedro que tiene la llave. En cuanto a los menos afortunados, sufrirán el infierno. ¡Miren, a la extrema derecha, el gran monstruo cornudo en la boca abierta! Su aspecto pintoresco nos recuerda el aspecto pedagógico de los frescos, auténtico catcismo de imágenes en la Edad Media. Clasificada como Monumento histórico en 1881, la iglesia es objeto de restauración gracias a la acción del sacerdote de la parroquia y la asociación La Sixtina de la Seille.