IGLESIA FORTIFICADA DE SAN QUINTÍN
Esta iglesia tiene un gran coro, rematado por una torre defendida por un parapeto, almenas y un matacán
De carácter más bien rústico, esta iglesia fortificada románica del siglo XII tiene el aspecto de un castillo medieval. Situada frente a la casa de Robert Schuman, su visita es obligada Magníficamente restaurada, la iglesia de Saint-Quentin alberga un gran coro, rematado a su vez por una torre defendida por un parapeto, almenas y un matacán. En 1887, cuando el Mosela formaba parte del Imperio alemán, se llevaron a cabo importantes reformas: se abrieron grandes ventanales, se cerró la puerta románica y se abrió una nueva hacia el este. Se construyeron contrafuertes y se cubrió la cabecera con entramado de madera. El arquitecto alemán Paul Tornow se encargó de estas obras, y más tarde diseñó la fachada de la catedral de Saint-Etienne en Metz. Durante una primera restauración en 1966, se descubrieron pinturas murales en el ábside y en 1999, durante una segunda restauración, se eliminaron algunos de los contrafuertes de Tornow, para dar a la iglesia el aspecto más tradicional de las iglesias fortificadas de la región de Metz. Tres años después de su muerte en su casa de Scy-Chazelles, en 1963, los restos de Robert Schuman fueron trasladados a la nave de la iglesia. Desde 2005, se ha instalado un nuevo mobiliario litúrgico (altar, ambón, tabernáculo), realizado principalmente en piedra de Jaumont. Su estilo moderno y refinado recuerda que fue realizado por el artista moselés Arcabas. La visita es obligada