El jardín botánico tiene más de 4 hectáreas para visitar, 2 invernaderos, estanques, animales y exotismo
Auténtico pulmón verde de la ciudad, el Jardín Botánico, antiguamente conocido como Parc Frescatelly, fue adquirido a la Baronesa de l'Espée en 1866. Ocupa 4,4 hectáreas. Nada más entrar, un majestuoso Ginkgo Biloba (que en otoño despliega una alfombra de hojas amarillas) le da la bienvenida frente al estanque de los patos. El jardín alberga un centenar de especies, algunas de ellas raras y exóticas, como una secuoya, un árbol de nuez moscada de California, un liquidámbar, un ciprés calvo, un caramelo y plátanos y palmeras. Los dos invernaderos, con una superficie total de 1.000 m² (cuya arquitectura recuerda las innovaciones de las Exposiciones Universales del siglo XIX ), albergan estanques con peces de colores y una familia de tortugas, una gran pajarera y una colección de plantas insólitas (carnívoras y epífitas), ¡una flora poco común en nuestras regiones! Le sorprenderá el calor tropical del interior. Una vez fuera, podrá divertirse en el jardín de los aromas reconociendo las plantas aromáticas: menta, tomillo, hinojo, mejorana... Es una delicia pasear por la rosaleda, con su trazado regular y geométrico y sus 80 variedades de rosas. El aroma y la belleza de estas flores te encantarán. Y para los niños, la zona de juegos, ¡donde les esperan mil y una aventuras! Si eres un amante de la naturaleza, podrás avistar trepadores y pájaros carpinteros en los árboles. Y para un paseo elegante, ¡acérquese al Canal de Jouy en dirección al centro de Metz!
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre JARDÍN BOTÁNICO DE METZ
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Vous verrez également un lieu de biodiversité : des insectes, une faune aquatique et une belle diversité de végétaux (roseraies, azalées, graminées, plantes aromatiques et autres plantes de bruyères) ...
Les serres témoignent non seulement de la richesse industrielle de la région au XIXème siècle mais on y découvre également la richesse des plantes tropicales.
Un petit arrêt à la Buvette Botanique est bien sympathique. On peut s'y rafraîchir avec des produits locaux : Cola Lorrain, Bière de Metz, Limonade...
Le parc est bien aménagé et bien entretenu, il y a vraiment de quoi se poser. Les explications sont intéressantes mais quelques fois manquantes ou incomplètes selon moi.
Lors des Journées du patrimoine par exemple, explorez le jardin le temps d'une visite guidée. Vous comprendrez mieux ce lieu riche par son Histoire et riche en végétaux qui doit davantage faire face à des problématiques environnementales...
On s'y sent bien, les arbres sont splendides à toutes les saisons.
Et le petit train, la buvette .. que du bonheur !