MUSEO DE BELLAS ARTES DE NANCY

Situado en la hermosa plaza Stanislas, una de las más bellas del mundo y elegida monumento favorito de Francia en 2021, el Museo de Bellas Artes se construyó en lugar de la antigua ópera, que se incendió a principios del siglo pasado y se reconstruyó a imagen y semejanza de la ópera Garnier, justo enfrente del museo.

El museo ya merece una visita por su arquitectura. Es una magnífica armonía entre la arquitectura del siglo ^XVIII y la contemporánea. De hecho, una galería acristalada conecta dos partes del edificio, pero además, cuando se accede al sótano, se descubren los restos de las antiguas fortificaciones de la ciudad, construidas entre los siglos ^XV y ^XVI. La historia de la ciudad puede seguirse en una gran pantalla.

Quedémonos en el sótano para admirar una magnífica colección de cristalería de Daum, que recorre las diferentes épocas, incluida la del rey Estanislao, con vasos muy bellos grabados con dorados, pero también jarrones, cada uno más impresionante que el otro. En la planta baja del museo, podrá admirar los muebles del arquitecto de Nancy Prouvé (el museo organiza también una visita a su casa), antes de descubrir la colección de cuadros de contemporáneos, entre los que se encuentran impresionistas como Renoir, Monet, Manet, o incluso algunos pintores de los movimientos nabis y fauvistas, Bonnard o Manguin. La majestuosa escalera de mármol conduce a las colecciones de los siglos ^{XIV al} XIX, donde podrá descubrir a los grandes pintores clasificados por épocas. Por el camino, también podrá admirar a Rodin, Maillol, Zadkine, Arp, César y, por supuesto, la Escuela de Nancy. También nos detendremos un momento ante el gran cuadro del pintor Friand que representa un funeral del siglo ^XIX. ¡Impresionante!

El museo también acoge regularmente exposiciones temporales de todo tipo y participa cada año en la Noche Europea de los Museos. Organiza visitas de arte urbano y visitas guiadas de Art Nouveau, en colaboración con el Museo de la Escuela de Nancy y la Maison Majorelle. También hay talleres de arte participativo organizados por el museo y visitas reservadas a los niños. Al final de su visita, no se pierda la tienda del museo, donde encontrará preciosos libros sobre pintura o la historia de la ciudad, así como libros para estimular la creatividad de los niños y bonitos cuadernos para escribir sus impresiones.