Con su rica historia, Jarny es un antiguo pueblo que se convirtió en ciudad con la llegada del ferrocarril, la construcción de la estación, la construcción de la línea Châlons-Metz en 1869 y la explotación de dos minas de hierro en el siglo XX. Las pequeñas industrias desaparecieron entonces, dando paso a nuevas actividades en la década de 1910: una azucarera, una cervecería, una fábrica de cartuchos, una central eléctrica, una empresa de construcciones metálicas, etc. Así se formaron cinco barrios: Moulinelle, Droitaumont (antiguas explotaciones mineras), el centro de la ciudad, la estación y las urbanizaciones. Aunque la zona ha sufrido el cierre de explotaciones mineras y la crisis industrial, ha sabido renovarse y conservar su atractivo. En la actualidad, Jarny cuenta con 8.600 habitantes y es una ciudad moderna y atractiva. Jarny goza de una situación privilegiada, cerca de las fronteras belga, alemana y luxemburguesa, entre Metz y Verdún, por un lado, y Nancy y Longwy, por otro, con fácil acceso a las autopistas A4 y A31. También es un importante centro comercial con numerosos comercios y empresas, y un activo centro educativo, deportivo y cultural. A las puertas del Parque Natural Regional de Lorena, Jarny es una ciudad verde rodeada por tres ríos, con un pantano clasificado como zona natural sensible. Los terrenos del castillo de Moncel están catalogados como "Jardin de France", y hay numerosos senderos por los que podrá sumergirse en esta hermosa campiña. Por último, el patrimonio de la ciudad es una mezcla de modernidad e historia.
