LES MARIONNETTES DE LA PEPINIERE
El público conoce el lugar de Guignol de la Pepinière. Sin embargo, el pequeño teatro de chapa y madera no tiene nada que ver con las marionetas. Philippe Mercy, intermitente, crea sus propios textos, se inspira en las leyendas de las Américas, Japón y el amplio mundo en general. Utiliza marionetas de su propia invención para dar cuerpo y almas a deliras que apelan a la reflexión y no tienen miedo de abordar temas de actualidad o de temas cuyo tema atraviesa los tiempos y la historia. Cada quince días se crea una nueva historia. Por lo tanto, el artista trabaja en un ritmo sostenido. Pero está bien recompensado, ya que las 300 plazas, aunque no tan cómodas, se toman de asalto. Es el orden del triunfo y se lamenta que, ante tanto talento, las autoridades competentes no tengan en cuenta un poco el teatro. Y justo acondicionado un poco más, el género Magic Mirrors, por ejemplo. Para añadir la magia.