LA BISQUINE
Crepería que ofrece un menú sencillo con crepes dulces y salados.
Tranquilo, en la calle peatonal principal, es un lugar agradable para comer sin arruinarse. La carta es bastante sencilla con crepes salados y dulces y algunas otras sugerencias como tortillas, tartitas. Es un cocinero casero, y es muy bueno. La sala es pequeña y acogedora, algunas mesas y un bar, y una limpieza irreprochable. Unas bonitas cortinas y en la pared, la Bisquine, que está frente al mar de Ouessant. El chef, solo, garantiza el servicio y la preparación de los platos. Sólo para darte ganas, sólo mencionarás… la Bisquine (Santiago, fundida de puerros, crema), pero lo mejor es ir a probarlos. Como postre, también te recomendamos una crepe, son suculentas o un helado.