LES ANCIENS COUVENTS
Antes de ser uno de los pueblos más bellos de Francia, Mortemart fue una ciudad de vocación religiosa, a iniciativa de uno de sus hijos, el cardenal Gauvain (Gauvin para algunos). En 1330, éste construyó tres conventos, el de las Carmes, el de los Augustins y el de Chartreux. Este último sólo dura un siglo, ni siquiera se sabe su ubicación. El convento de los Augustins albergaba un colegio (los locales actuales del ayuntamiento). Entrábamos en ocho años y la educación de los jóvenes canoa se prolonga hasta veinte años. Su antigua capilla se convirtió en la iglesia del pueblo. Entre otras cosas, presenta esculturas púrlicas que incluyen personajes de época y animales fantásticos. Se puede ver una liebre que toque la gaita. El convento de las Carmes recibe y cuidaba peregrinos e indigentes. Sigue imponiendo su bonito portal de entrada y sus torres cuadradas a ambos lados de la fachada. Presenta dos escaleras monumentales (solo hay un acceso), pinturas murales en el pasaje abovedado de la entrada, paredes y techos pintados. Se instalan talleres de artistas.