PIQUET
Entre terrazas, cines y restaurantes de la escalinata plaza Denis Dussoubs, la panadería pastelería Franck Piquet mantiene el rumbo. Las baldosas del lugar que atravesamos de un paso rápido para llegar a la tienda han inspirado al chef el famoso "granito de la plaza Denis-Dussoubs" (praliné naranja y ligero crujiente). Un escaparate apetitoso pero discreto invita a los habituales y a los curiosos a dejarse tentar por los chocolates caseros (unos treinta) y los pasteles. Para estas últimas, el submadera (chocolate, praliné), el Supremo (frambuesa, naranja, pistacho) y los pasteles helados. Piquet es también especialista en pequeños hornos secos (pasta de almendras, pralinados, frutas) y frescos (pequeñas tartas, pequeñas coles, fantasías…). La recepción es sonriente, los edificios impecables y uno admirativo ante los logros que decoran las vitrinas. Si deseas degustar estas delicias sin esperar a ir a casa, dirígete a la segunda dirección de Frank Piquet, La Pequeña Chocolatière, al lado de la Ópera-Teatro: también es un salón de té.