LE VERT GOURMAND
Hay que ir a buscar este restaurante al norte de Limoges, a los pies de la A 20, en el recinto de la Bienvenida. Pero vale la pena. La sala es muy bien acogida, la sala es contemporánea y se puede ver a los cocineros activándose detrás de los fogones. La carta es variada, sigue las estaciones. Ensaladas, tartare de dúo de salmón o soleado tapas (gazpacho, huevos revueltos en Serrano, surtido de verduras a la plancha, gambas, etc.). Entre las entradas se encuentra la terrina de jabalí con marrones caseros. En segundo lugar, una selección de pescados, entre los que se encuentra el pavimento de tiburón con salsa suave de pimientos servidos con una sartén de calabacines y champiñones de madera. O carnes limusinas a la plancha (hasta la costilla de ternera de 1.100 g para dos) y especialidades como el famoso cerdo de leche, el antesillette de Troyes con cebollas confitadas y con salsa mostaza o los riñones de ternera (cocido), salsa Madeira. En cuanto a postres, entre otros la tarta Tatin servida con bola de hielo vainilla. Es generoso, presentado correctamente y visto los precios, que no se ha robado ni mucho menos. Cabe destacar que se puede comer en una segunda sala, terraza con porche con vistas panorámicas (en la autopista). Puede acoger fácilmente grupos hasta 75 personas.