Restaurante con terraza que ofrece cocina fresca y casera.
El Inssolite se divide entre dos ambientes para comer. La sala de abajo… y el bar, con decoración lounge y acogedora, es el lugar ideal para relajarse con una copa, colocada en un sofá o encaramado en un taburete, con quesos, salciones y jamones que te rodean. En la primera planta, se puede practicar una estancia más convencional y la agradable terraza también puede acoger a unos treinta personas. No hay tarjeta añadida, se da prioridad a la frescura y a la casera: tapas de verduras, tartitas… Todo ello es un pequeño equipo agradable. Por la noche, se añade un menú completo a las sugerencias, así como las planchas cennatorias, sobre el fondo de festividades musicales.
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