LA MARELLE DES SAVEURS
La Marelle des saveurs es un discreto cartel en el barrio de la catedral, que esconde bien su juego. Justo delante de la Croquembouche, la campana no ha terminado de sonar... aquí puedes sentarte en una decoración original con un ambiente de "vieja escuela y patio de recreo". Cuadernos, tizas y lápices, mapas, líneas de escritura, escritorio, pizarra, pizarras nos hacen compañía durante la comida. Sin olvidar el juego de la rayuela dibujado en el suelo y las palabras de los niños escondidas en un pequeño rincón. En cuanto a los sabores, en La Marelle no hacemos trampas, es casero, con productos frescos y locales (se indica el origen de las frutas, verduras y carnes). Un menú único, con tres opciones de entradas, platos principales y postres, platos simples, equilibrados y finamente cocinados. Ratatouille casero, queso de cabra crujiente, tartinas de salmón mimosa... A esto se añaden algunas ensaladas mixtas, como el "petit bateau" o el "petit écolier". Abierto todos los viernes por la noche para cenar en la oscuridad. Una experiencia desconcertante que despierta todos los sentidos y abre las papilas gustativas de una manera diferente.
Beau, super bon, sympa, rien à redire!
Très bon repas et accompagnement très sympathique. Nous recommandons sans hésiter !
Jolie carte et accueil sympathique.