Pequeño local con una excelente masa fina y crujiente y una carta de pizzas.
Es un pequeño local que no paga la mina y no atrae necesariamente la mirada. Afortunadamente, la boca-oreja funciona bien y una vez que se conoce, se vuelve a casa y se beneficia a los amigos. El chef prepara la pasta delante de ti, una excelente pasta, fina y crujiente. En cuanto a la cocción, más de 30 variedades con base tomate, una docena con base nata, y cualquiera que sea su elección, una guarnición irreprochable, apetitosa, ni demasiado poco. Algunas mesitas permiten comer in situ y en los días soleados se proponen una o dos ensaladas compuestas frescas y copiosas. Una carta de fidelidad ofrece la pizza más cara de su pedido, una vez completada. No hay entrega a domicilio, sino famosas pizzas que merecen el desplazamiento.
Je déconseille.