Restaurante que elabora una cocina casera tradicional y generosa con buenas carnes.
En el restaurante del bistró, los huéspedes están muy bien recibidos y muy bien servidos. Charcutier de oficio, Mathieu no destaca, su cocina es casera. Y si sus calles, foie gras, terrinas (uno de los pescados) y otras entradas son excelentes, la suite no desmerece. Los amantes de la buena carne limusina pueden disfrutar de un bonito entrecot de 400 gramos, cuya cocción siempre es perfecta, tal como solicita, o de una red de cerdo salsa aux capollas. Los postres también son obra del chef, incluso los helados, algo raro. Clafoutis, sabayón de pesca fresca, café gourmet y muchos otros, varía en función del mercado. Esta cocina tradicional es generosa, y Mathieu sabe valorizar sus productos al mismo tiempo que aplica tarifas democráticas. En cuanto al vino, es igual, con una selección de grandes y grandes chopinas que hacen que la nota sea muy sabia. Un lugar privilegiado para una salida entre amigos ya que además el ambiente no está atascado, el buen humor forma parte del decorado.