LE RICHELIEU
El Richelieu es uno de los bares más antiguos de la ciudad. Es una verdadera institución. La fachada es ya una historia: su bonita fachada pintada en tonos grises deja ver madera en un estilo Art Nouveau, una bonita marquesa que corre todo lo largo y un tejado de tela con brazos de hierro que se llenan los días de sol. La decoración es auténtica, con una elegancia renovada con lámparas de araña de color blanco luminoso. Se puede tomar un café al final de la mañana, en la pequeña terraza soleada o tomar una cerveza fresca al final del día. Aquí no hay chichones, te instalarás como en casa y te apetece quedarte allí. El establecimiento recibe a menudo grupos de música, en particular en el marco de los festivales de las Noches de Nacre y Ô las Monjas, y retransmite los partidos; a veces es difícil dar el paso de la puerta, ya que la sala es llena.