LA COCOTTE
Isabelle y Patrick te acogen en su pequeño restaurante muy acogedor del barrio Saint-Roch, donde todo está cocinado in situ, con amor y generosidad. Este concepto muy agradable da su nombre a esta dirección: ¡Vamos a comer una pequeña olla, mi gallina! A mediodía, la meseta gourmand está compuesta por diferentes miniperas, desde la entrada al postre. Por la noche, la carta propone diez platos, entre ellos la de la luz del día. A modo de bienvenida, podría incluso recibir un aperitivo. Se le aconseja la variación de salmón en entrada -crudo, ahumado y rilejea. En cuanto a los platos, nuestra curiosidad fue picada por el parmentier de confitado de pato, coronado con foie gras. ¡Un desdén! El magret de pato en la cabra, combinado con tramos de magret de pato ahumado, también vale la pena. En postre, nos enamoramos por la crujiente del caramelo. En La Cocotte, la relación calidad-precio es buena, y es aconsejable reservar, ya que los 30 cubiertos están claramente invadidos. En verano, la terraza permite doblar la capacidad del restaurante.