Una dirección especial de aperitiva a dos pasos de los hallos castellanos: el Tapas. Propone una carta inspirada en estos bocadillos españoles. El trato es muy agradable y se puede elegir entre instalarse en la planta baja, en la planta baja o en la minúscula terraza. Abajo, el local es imponente, los clientes comen en el mostrador saltando delante de las vitrinas que presentan las tapas. Se prefiere la pequeña sala de arriba arriba (los grandes tendrán cuidado de no meterse en una viga) con un ambiente tranquilo, calentado por música flamenco. En cuanto a la degustación, hemos probado las deliciosas gambas con ajo, champiñones abarrotados y tostadas en la cabra, miel y nueces. Las tapas son buenas y las cantidades son correctas con relación al precio. Calcula una media de 3 tapas por persona para ser saciada. Evidentemente, el propósito es compartirlos. Los más valientes intentarán los pimientos: un plato con una decena de pimientos rojos que te pondrán la boca en llamas. Es difícil terminarlas solo. No dudes en pedir pan y agua, que no te aportan automáticamente.
(Avis d'origine)
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Je recommande fortement l'endroit
(Avis d'origine)
Nice homemade casual type Tapas.
I strongly recommend the place