Hay que deslizarse por una pequeña calle en el distrito de St-Roch para encontrar la entrada a esta cueva de Alí Babá. En este impresionante establecimiento, dedicado a la cocina magrebí, ha llegado el momento de cambiar de aires. Además de la comida, los propietarios han puesto su fe en el entorno, el ambiente y el espectáculo para permitir una escapada total. La habitación parece haber salido directamente de los cuentos de las Mil y Una Noches: muebles, espejos, cerámica, decoración roja y dorada.... Todo viene de Marruecos. En medio de este escenario, las especialidades del país desfilan a un ritmo constante, hay que decir que la reputación del restaurante le precede. Por último, el sábado, una bailarina oriental recibe a los invitados que ya han sido seducidos.
Prix abusé …. Service long personnel BOF !!!! Le repas pas top qualité on s’attendait a mieux ! Coca zéro à fuir …..
expérience que je renouvèlerai pas ….!
Un dimanche soir personne dans le restaurant
que notre table de 8 personnes
Repas froid service à 22h30 arrivé à 20h
Serveuse pas agréable .
Je vous déconseille
Ne représente pas les plats marocains .
La déco et les odeurs nous font voyager !
Très bon repas et bon moment partagé, je recommande !