Ubicado en un edificio protegido con magníficos techos abovedados, este restaurante ofrece una cocina francesa creativa, refinada y colorista.
Amantes de las bellas piedras y de la refinada cocina francesa: esta delicada dirección es una visita obligada. Ubicado en un edificio protegido con magníficos techos abovedados, este restaurante hace honor a las recetas tradicionales en sus mesas cubiertas de manteles, al tiempo que revisita los sabores. En tres o seis platos, la tierra y el mar se mezclan en platos creativos, fragantes y coloridos. Nos enamoramos de un vitello tonnato - lenguado de ternera y atún rojo, luego un rodaballo escalfado - puerro confitado con cítricos y jugo de ave. Para terminar en frescura, un postre con cítricos y pino.
Très raffiné très recherché autant dans la présentation que dans le goût
On y retourne les yeux fermés.
C est toujours un plaisir partagé
Repas très bien rythmé, des saveurs équilibrées et inspirées du premier au dernier plat.
Vivement recommandé.