HAUTES TERRES DE COMBEROUSSE
Un lugar que descubrir, si no lo hace ya. En esta familia de viticultores de padres, de 12 hectáreas de tierras bastante áridas, a 150 metros de altitud plantadas exclusivamente en cepas blancas, se privilegia desde siempre la calidad sobre el rendimiento. Tras retomar la antorcha de su padre en 2001, Paul Reder ofreció unas bonitas y galardonadas palabras y galardonadas con castillos del Languedoc y vinos de Francia. Entre estas últimas, el "gris gris", a base de Aramon gris, una cerda conservatoria plantada a principios de los años 2000, desde hace dos años el Roucaillatt, portador de la gama, a base de Roussane, Rolle, Granache blanco y una sospecha de Clairette. Paul optó por el bio, sobre principios agroambientales con la presencia de rebaños de ovejas, que mantienen la yuga contra los incendios durante el verano y pasaban el invierno. Un bonito terreno, cuyos productos son apreciados en Francia y más allá, en particular por una clientela alemana, japonesa y americana.