VILLA SAVOYE

Bautizada "Les Heures Claires" en referencia a la luminosidad del lugar, y construida entre 1928 y 1931 para Pierre y Eugénie Savoye, la Villa Savoye es obra de Charles-Edouard Jeanneret-Gris, conocido como Le Corbusier, asistido por su primo Pierre Jeanneret. Esta casa de campo, en la que la pareja quería pasar sus fines de semana, permitió al artista renovar su concepción de la arquitectura considerándola en función de la vida social. El arquitecto y teórico de vanguardia construyó una residencia blanca y luminosa de gran pureza compositiva y rara simetría en 7 hectáreas de exuberante parque. Para este "paseo arquitectónico", todos los materiales se fundieron o fabricaron in situ, lo que permitió al artista utilizar nuevas técnicas de construcción. Colocada sobre pilotes para evitar muros de carga y apodada "la boîte en l'air" (la caja en el aire) por su aspecto, la casa tiene un armazón independiente, una planta y fachadas libres, un tejado plano con jardín y solárium, y una "fenêtre bandeau" -un mirador que rodea la casa y ofrece un panorama excepcional-, los 5 puntos de la nueva arquitectura moderna imaginada por Le Corbusier, culminación de sus 10 años de investigación. El arquitecto también utilizó el coche de la familia Savoye como punto de referencia para las dimensiones del peristilo y la forma del vestíbulo de la Villa. Por último, a la entrada del parque, nos encontramos también con una extraña construcción: la cabaña del jardinero, una minivilla de 45^m2 y único prototipo de vivienda mínima imaginada por el arquitecto a finales de los años veinte.

Habitada por el matrimonio Savoye hasta 1940, a menudo con buen tiempo ya que no es fácil calentarla, la villa sufrió entonces graves daños durante la guerra. La propiedad fue comprada por la ciudad en 1958, que proyectó construir una escuela secundaria en parte de los terrenos. Cedida al Estado en 1962 para evitar su destrucción, fue clasificada Monumento Histórico en 1965. Desde 2016, también está inscrito en el Patrimonio Mundial de la Unesco, sumándose a la lista de 16 obras arquitectónicas de Le Corbusier inscritas en el Patrimonio Mundial en 7 países diferentes.

Durante las vacaciones escolares, la Oficina de Turismo de Poissy ofrece talleres para niños (investigación, construcción de una casa en un árbol, etc.), mientras que los padres pueden disfrutar de una visita autoguiada (con o sin audioguía) o guiada. Un lugar que no hay que perderse y uno de los tesoros de la ciudad.