Antes de recibir el restaurante de cocina francesa que se le conoce, el edificio ha sido, en algunas épocas, Maison des Granges et Maison du Canal (con la antigua partida). Esto explica la presencia de magníficas vigas auténticas en la sala principal, redescubridos una vez que se han retirado los falsos techos. Un elemento de decoración que es ideal para el entorno refinado del lugar, con una decoración cuidada, casi intimista. La madera, el rojo, el ambiente es agradable y el equipo acogedor. Todo es casero en esta casa con paredes exteriores blanqueadas con cal, con productos de temporada. En entrada, empieza con tomates sorpresas, chantilly de mozzarella y mescluna de ensalada, persiguiendo con una red de salmonete en calabaza y cannelloni de verduras provenzales, para terminar en belleza con un soufflé helado al gran maraña. En la sala o en el magnífico jardín de verano, es un buen momento para pasar.
Nous ne connaissions pas mais nous reviendrons avec le plus grand des plaisir.
Merci pour ce moment.
La seconde fois, un soir, en hiver... Toujours aussi déçue !
Bref, pas du tout à la hauteur des prix pratiqués et vraiment l'impression d'être prise pour une touriste !
Dommage car le cadre, bien que vieillissant, est assez plaisant et le service est impeccable !
Accueil sympathique.