Caverna en Crespières con una carta de galettes tradicionales, crepes clásicos y especiales.
En un mostrador postal del siglo XVII del centro de la ciudad, la Caverne de los artistas ha elegido domicilio. Las piedras vistas y los tonos cálidos de la gran sala invitan al descanso. En cuanto a la carta, se trata de locales y de temporada. Entre las tortas de trigo negro, los ingresos varían de "tradicionales" (emmental-andola de Guéméné) a "completos" (entre 3 y 6 ingredientes a elegir) pasando por "especiales" como el Johnny Hallyday, generosamente guardado de filete picado, el Leonardo da Vinci donde se mezclan la cabra y el roquefort o Daniel Guichard. el salmón ahumado y la fondue de puerros. En cuanto a los crepes (al trigo casero), podrás elegir entre los clásicos -de tipo caramelo de mantequilla salado- y las especiales: de la Serge Reggiani (pera y chocolate) a la Henri Matisse, a las corteza de naranja flambadas en el Gran Marnier, pasando por el Yannick Noah sorbo de piña, hay para todos los gustos. Pero eso no es todo: ¿Quién dice Caverne de artistas artísticos? Si se organizan numerosas veladas temáticas, también señalas las veladas artísticas en las que músicos, escultores y pintores exponen su arte. ¡A descubrir!
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Opiniones de los miembros sobre LA CAVERNE DES ARTISTES
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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En voyant les avis positifs, nous avons voulu tester.
On va commencer par les points positifs :
- prix corrects
- environnement agréable
- sauce salade maison ( par contre dommage pour la salade en sachet)
- personnel sympathique
Nous avons été clairement déçus sur plusieurs points :
- Les galettes sont molles, toutes de la même forme et fermées, ce qui ne laisse pas voir les ingrédients et leur composition. On a l’impression d’avoir tous la même assiette (j’ai voulu prendre des photos mais je ne voyais pas l’intérêt).
L’œuf de la complète est donc cuit. Dommage ! Ça manque de finesse et d’esprit breton.
Elles sont assez grasses et lourdes.
- nous somme restés à manger en salle pendant 20 min sans personne à dispo. Tout le monde était en cuisine a papoter. Super étonnant et perturbant! Nous avions besoin de sel et d’eau , tant pis pour nous !
- décoration très « scolaire » et sans organisation. Toutes les tables ne sont pas dressées.
- chantilly industrielle, sauce chocolat maison sans gout ( trop diluée). Dommage de finir sur cette note.
De plus le restaurant était pratiquement vide un samedi soir ce qui me semble étonnant. Seulement 2 tables de prises .