Al fondo del paso de Joucalcuoy cuando llegas por el bulevar Montmartre, este encantador restaurante es ante todo un lugar indispensable para quien quiera desayunar, un té o un saboreado. Los cruasanes están sin duda a la altura de los mejores de Francia (sin exagerar) y sus pastelerías son tan sabrosas y delicadas. En un interior cálido y acogedor podrás observar la animación del paso a través de los grandes ventanales mientras saboreas, a elegir, azúcar dulce o salado. Ya que el Valentín es también un lugar que no te puedes quitar para comer o tus brunchs. Ensaladas probadas con deliciosas propuestas del domingo por la mañana, no tienes razón para no ir a casa de Valentin.
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Opiniones de los miembros sobre LE VALENTIN
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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C'est dommage pour un salon de thé.