GIVENCHY
Hubert de Givenchy fue el primero en lanzar una línea de préstamo de lujo que combina con elegancia feminidad y desacción. El éxito, tanto en Francia como en el internacional, no se hizo esperar. La gran reunión en 1953, entre el modista y Audrey Hepburn, dio alas a la garra. Givenchy conoce esta deliciosa actriz en todas sus rodaciones. En 1988, LVMH compra la casa. Siete años después, Givenchy abandona el barco después de más de cuarenta años de buenos y leales servicios. Le sucederán: John Galliano, Alexander Mcqueen y Julien Mcdonald. Pero es Riccardo Tisci en 2005 el que realmente consigue dar un nuevo impulso a la casa. Signos distintivos: un sentido del detalle confirmado y una paleta de colores refinados. Entre las numerosas tentaciones expuestas en esta majestuosa tienda, las habitaciones adornadas con pastillas gigantes, un vestido negro que se puede llevar sobre un body en vela, una falda doblada revisitada o la bolso de colgar en el cinturón… querido para el préstamo-llevar, quizás, pero sin cocer con la alta costura. Así pues, relación calidad-precio/cereza interesante.