Un museo que muestra con brillantez las artes y civilizaciones de los cuatro continentes, en la encrucijada de diversas influencias, en París.
Situado en la ribera alta del Sena, entre la Torre Eiffel y la explanada de los Inválidos, ¿qué no se ha dicho o escrito sobre el Musée des Arts Premiers iniciado por el Presidente Jacques Chirac (1932-2019), gran amante de estas obras? Olvide sus ideas preconcebidas y venga a visitarlo El edificio, diseñado por Jean Nouvel, alberga espléndidas galerías que muestran artes y civilizaciones extraeuropeas desde el Neolítico (hace unos 10.000 años) hasta el siglo XX, en la encrucijada de diversas influencias.
La inmensa Meseta de las Colecciones, que llama literalmente la atención nada más entrar, está formada por exposiciones permanentes. Con más de 3.500 obras expuestas, la museografía ha sido concebida para invitar al visitante a recorrer distintas zonas geográficas (Oceanía, Asia, África, Norte de África, Oriente Próximo y América), proporcionándole al mismo tiempo toda la información necesaria. Al mismo tiempo, el museo, que conserva en total cerca de 370.000 obras, presenta regularmente exposiciones temporales: "Visiones chamánicas", dedicada a las artes de la ayahuasca en la Amazonia peruana, y "Las colecciones tienen su banda sonora" hasta septiembre de 2025, por citar sólo algunas.
Este lugar de diálogo científico y artístico también acoge conferencias, conciertos y talleres, así como una universidad popular. En definitiva, una auténtica invitación al viaje, que ofrece al visitante una experiencia intensa y única.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
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Opiniones de los miembros sobre MUSÉE DU QUAI BRANLY - JACQUES CHIRAC
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Le plus absurde, c’est l’expérience en réalité virtuelle proposée dans le hall. J’ai voulu y participer : je me renseigne auprès de la personne à l’accueil du stand… et on me répond un simple « non » car je n’ai soi-disant pas de ticket. Or, à aucun moment un ticket ne m’a été proposé ni même mentionné à l’entrée. Plus étrange encore : mon camarade, entré en même temps que moi, sans ticket non plus, a pu faire l’expérience sans souci. Et juste après moi, une famille entière y a eu accès, sans qu'on leur parle une seule fois de ticket. Je pose sa là.
Quant à l’exposition temporaire du moment, je préfère ne pas trop m’attarder dessus : quelques pièces intéressantes, mais l’ensemble est franchement fade. J aurais pu franchement m’en passé
Je n’ai pas perdu d’argent car c’était gratuit mais j’ai clairement perdu mon temps et mon sommeil. Bref, Je déconseille complètement ce musée en visite payante. À la rigueur, testez une nocturne gratuite… si vraiment vous n’avez rien d’autre à faire.