El restaurante ideal para una escapada refinada con su ambiente acogedor y sus platos elegantes.
Detrás de esta fachada de casa burguesa se puede imaginar mal que pueda haber un restaurante abierto al público en general. Hace bien en equivocarse y decir que los politécnicos han abierto sus puertas a todos, hombres de negocios o simples golosos que quieren disfrutar de una escapada refinada en todos los sentidos del término. Todo es más bien atención y discreción, como en un palacio acogedor, y entre nosotros, para salir de los ruidosos ambientes de algunos restaurantes, es agradable. El plato también tiene mantenimiento. La cocina regale su mundo con una raviia de bogavante y caldo a la cúrcuma, ennokis y lentins de roble, juliana de guisantes golosos o una clásica pero perfectamente ejecutada de pastel de pato. Se continúa con una interesante tierra y mar: Pavimentado de bonito rosado y escalope de foie gras, pulpa de guisantes y patatas fritas de panceta, a menos que prefieras viajar con el pecho de cerdo granjero confitado, muselina de zanahorias amarillas con jengibre, crema de coco tailandés. Se termina con un cuadrado chocolate Gianduja y frambuesa, hinojo confitado con anís verde y sorbete, o una tarta de albaricoque y espuma pralinada, sorbete de la cabaña, fragmentos de figatina. ¡Agradable!
les entrées, les steaks principaux et les desserts sont parfaits.
je recommande vivement ce restaurant....
j'ai peur que la qualité diminue parce qu'il y a plus de Coréens. ㅠㅠ
Je reviendrai avec plaisir