Cantina en París que ofrece una comida creativa y original, quesos y postres a juego.
La cocina de Franck Marchesi-Grandi es sinónimo de frescura, y no sólo por el tema de los cítricos. De hecho, la frescura truena en los platos hechos ante los ojos de los clientes, posados en los taburetes del mostrador abierto en las estufas. Paradójicamente, parecen más populares que las mesas tradicionales. En cuanto a la comida, será creativa y original: lomo de cerdo y puré de manzana con setas (una delicia), pulpo asado con ajo, un filete de rodaballo con cúrcuma.... los quesos son numerosos (y de calidad), y los postres a juego.... Todo esto tiene un cierto costo, y será difícil hacer de este lugar su comedor. No importa: venir aquí es un acontecimiento.
La cuisine est élaborée, l’ambiance conviviale.