Una dirección que merece su éxito, ya que ofrece una cocina maravillosamente elaborada por tres chefs de gran talento.
Lilane es un lugar que merece su éxito. Una fachada discreta, una decoración en el aire del tiempo, una amplia sonrisa a modo de acogida y una cocina muy frecuentada por un chef pasado por las 3 A, como Albert Hus, Alain Reix y Alain Ducasse. Usted me dirá nada, pero en este caso, Stéphane Guilcuello tiene cierto talento para preparar sus ravioles de cangrejo y gambas, las lasañas de lugar negro, el magret de pato asado acompañado de sus fideos chinos al brocoli o su soufflé naranja y Grand Marnier. En el plato, el chef juega con texturas, formas, sabores y el resultado es explosivo. ¡Un verdadero golpe de corazón en este barrio ya muy bien situado!
Une atmosphère accueillante, un service charmant, et des plats délicieux qUne belle découverte culinaire!
Une atmosphère accueillante, un service charmant, et des plats délicieux qui ont ravi mes papilles.ui ont ravi mes papilles