Bar de vinos con terraza que sirve cocina familiar tradicional, charcutería y tablas de quesos.
Damien Gabrillagues está a cargo de esta bodega, que sirve buenos cañones y platos generosos. A pocos pasos del Panteón y de las universidades, sentados en el mostrador, en el comedor o en la pequeña terraza, descubrirá una selección bien surtida de vinos vivos y sobre todo naturales. Sobre la pizarra: clásicos y vinos del autor, renovados regularmente para estar a la altura de los numerosos fieles que viven allí. En el plato, la cocina tradicional y familiar está en el centro de atención, con un menú bastante corto que garantiza una cierta frescura. También se pueden degustar tablas de quesos y productos delicatessen con el buen gusto del Aveyron.