Establecimiento de París que sirve aperitivos caseros y especialidades persas.
La sala suele estar animada por músicos que vienen a probar el nombre, justificando así el nombre del establecimiento: en farsi, colbeh significa "música". La oreja está enmarcada por dulces melodías y el propio propietario entona bellas canciones iraníes. En este fondo musical se bebe un aperitivo hecho casero a base de sekandatiin, una infusión de menta, vinagre y azúcar servida muy fresca. ¡Sorprendente! Luego se empieza a descubrir especialidades persas cuyos nombres solo ofrecen bonitas promesas: koukou sabzi (soplé con finas hierbas), ach (sopa de hierbas y yogur), cholezard (arroz basmati perfumado con agua de rosa) o khoreche fessenjan (carne picada a las granadas). Cuidado, es muy pequeño y el servicio un poco expeditivo el fin de semana. Todos los menús se traducen en inglés, alemán y persan para satisfacer las expectativas de los clientes.
Je vous le recommande fortement