Restaurante con patios en París que prepara todas las especialidades: cuscús, tajines, parrilladas.
Aunque no hayas ido al hammam antes e incluso si no estás cansado después de un paseo por el Jardín de las Plantas cercano, detente en el Café Maure de la Mezquita de París o en el restaurante contiguo, para alojarte en los mullidos cojines. Si, en ese día, las cúpulas y el minarete se recortan en un cielo de un azul casi mediterráneo, estás totalmente exótico… En este decorado de cerámicas policíromas, de moucharabieh, de techos de madera y de banquetas acogedoras, más allá de los patios sombra, el restaurante con tonos azules y blancos ofrece todas las especialidades: cuscús, tajines, parrilladas, cuernos de gacela o té con menta bien dulce se sirven en grandes mesetas de cobre. Muchos estudiantes de las fachadas cercanas se encuentran para descomprimir entre dos clases. Y tienen tiempo, ya que a veces el servicio es un poco largo.
Reste une décoration qui peut faire illusion.
On trouve sans peine à Paris des restaurants marocains plus authentiques que ce piège à gogos, plus propres et moins mercantiles que cette usine à faire du chiffre.
Pour la nourriture nous sommes juste tombé malade ( 7 personnes)