PÂTISSERIE DE L’ÉGLISE-DEMONCY-VERGNE
Una bonita dirección de barrio, creada en 1887, justo enfrente de la iglesia, es como una promesa de gastronomía. Una promesa obligada por la cola del domingo y por la fidelidad de los clientes nunca desmentida a lo largo de los años. Las producciones de Laurent Demoncy (chocolatier), Clara Demoncy (de automotor) y de Jean-Claude Vergne (pastelero) ya tienen un auténtico placer por el ojo y apetitoso. Los amantes de los buenos pasteles de antaño, encontrarán con alegría el sabor de un milledero mejor de París sin olvidar la ineludible París-Brest de parte individual o en gran pastel. Sin embargo, la inventiva aquí tiene todo su lugar con estrellas del azucarado desfilado bajo los focos de las vitrinas en función de las estaciones. Así, creaciones como Manza: sabados espectadores, galletas mullidas, manzana de manzana verde, dados de manzana de manzana dorada, crema de limón frambuesa, crema de limón frambuesa, el Caradou - gran especialidad de la casa-, un dacquesa, crema caramel chocolate terciopelo o el 1887, un plato chocolate, cremallera chocolate tostado de chocolate, ondulado bonita mousse de chocolate. Para las homologaciones: pequeños hornos, panes sorpresas, bombones y piezas montadas y para las fiestas de fin de año: leña de tradición (un tronche en forma de tronco y sí… con una excelente genovesa rodada) o creaciones artísticas de un invierno… una deliciosa casa llena de pequeños bonos gustativos.