CAROLL
Esta tienda de dos plantas, luminosa y espaciosa como suele ser las tiendas de la marca, invita a un momento de compras muy agradables. Los clientes, jóvenes o menos jóvenes, aprecian el espíritu elegante y refinado de esta farsa francesa nacida a principios de los años 1960 y que sigue marcando la moda de sus colecciones elegantes, urbanas y sensuales. El mal gusto está prohibido de Caroll. Las materias son pequeñas y suaves. Los recortes siempre impecables, la preocupación por el detalle permanente. Elegantes, working-women o jóvenes modernas, todas pueden encontrar su felicidad. Se llega a Caroll para un vestido clase y se aparece con pequeños adorables, pantalones de velada, un jersey con lentejuelas… Especialmente en el momento de los saldos que hacen asequibles hasta las habitaciones más bonitas. Cada distrito de París, o casi, alberga su tienda Caroll. También hay bolsas y zapatos para perfeccionar la panoplia.