MON ONCLE LE VIGNERON
Bodega con terraza que ofrece una table d'hôtes así como una tienda de comestibles artesanal.
Esta mesa de huéspedes se encuentra en una bodega que también hace tiendas artesanales. El menú cambia cada día, tendrás que llamar para descubrir el del día y para reservar. Es gracioso, tenemos la impresión de ir a comer a los amigos. Una vez llegados, te sentarás entre las tonterías y los relojes antiguos o en la terraza instalada en la esquina de dos pequeñas calles bellevillesas. Una buena selección de vinos en el mapa permite encontrar el que prefieres en una selección de pequeños productores, lo que anima siempre el descubrimiento y las buenas sorpresas. Se aprecia mucho, se ha comido bien y se conoce a mucha gente simpática, a imagen de los huéspedes que tienen este lugar agradable y encantador.
La personne qui a cuisiné et s'occupe du service est vraiment top !