ANDERS
Con un parma tan dulce como una pluma y su cartel pintado de un violfo llamando a la soñadura, la casa Anders emerge como un pequeño capullo en el distrito 16, lugar en el que el cliente potencial sólo jure por la calidad y el refinamiento. Una vez franqueada la puerta, el mobiliario para niños se asemeja a los padres: de la cama de barrotes clásica a la fantasía de una cama-caravana o cabana, del dormir sencillo en la cama superada, de la cuna depurada a la cama rosa caramelo de formas redondas, todo está pensado para el bienestar del niño y la estética de su habitación, respetando los gustos de cada uno. Por supuesto, hay un pequeño mobiliario (armarios, cómodas, bibliotecas, escritorio) así como toda una gama de accesorios y de decoración. Los más grandes no se olvidan con una gama de cabañas elegantes (chalé, más provenzal) así como peluches más originales.