BATEAU PHARE
Un barco de bomberos, un faro para marineros perdidos, una potente sirena de niebla para ayudar a los cargueros a encontrar el camino de vuelta a casa. El Batofar fue todo eso en sus inicios. Hoy, por la noche, es sobre todo un faro para los noctámbulos perdidos, a los que les gusta reunirse aquí cuando cierran los bares. Es un lugar de convivencia donde se puede bailar toda la noche en el salón central o, si se tiene pereza, aprovechar la zona chill-out de popa o de proa. El Batofar ha conservado de su vocación original el deseo de guiar a la gente, no por los meandros del Sena o para evitar las rocas, sino en un viaje musical y festivo. Un viaje que suele durar hasta altas horas de la madrugada En Batofar se dan cita estilos tan diversos como el hip-hop, el soul, el electro o el hardcore techno. Sus noches minimalistas son de las más populares de la capital, sus DJ residentes figuran entre los más conocidos de París y organiza varias noches al año con artistas de Londres y Berlín.