Dirección parisina que prepara diversos platos, hermosas especialidades de temporada, sopas frías y postres.
El Compot Marguery es el anexo del Pequeño Marguery y al mismo tiempo su vecino. Tiene un aspecto de bolsillo con sus paredes de ladrillo y sus taburetes aún no patinados. En el programa de las celebraciones hay un mapa donde todo nos da ganas, pero hay que elegir. El mostrador tiene sus imprescindibles: carpaccio de tomates, abogados y camarones rosas, tartare de ternera al pimiento de Espelette y manzanas granadas y la isla flotante con almendras, crema inglesa. Pero la carta tiene, por supuesto, otras recetas que varían a lo largo de las temporadas como el gazpacho de pepino perfumado con jengibre fresco, el pimiento rojo y tomate con aceite de Espelette que hay que probar sin falta si te gustan las sopas frías. En segundo lugar, el pavimentado de merluza blanca, repleto de patatas con algas dulzadas, salsa homardina es también una buena elección. Y el clafoutis con albaricoques terminará perfectamente la comida. Está limpio, es neto, es bueno y no es caro. Un lugar que no te puedes perder cuando estás en el barrio.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre LE COMPTOIR MARGUERY
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Encuentre ofertas de vacaciones únicas con nuestros socios
Table non prête quand nous arrivons, la serveuse nous propose de nous asseoir autour d'une table dont elle ôte la nappe supérieure, laissant apparaître une nappe inférieure parsemée de cheveux, de poils et de tâches. Je lui demande s'il est également possible de la changer, ce a quoi elle me répond que "je n'ai pas compris", et qu'elle allait la recouvrir. Nous entamons donc le dîner sur un sandwich de tissus à l'hygiène douteuse.
Les entrées sont bonnes mais le pavé de saumon s'avère être de gravlax. Passe encore. Les plats arrivent : le suprême n'étant plus disponible, nous demandons des travers de veaux qui s'avèrent être un pressé d'effiloché, sans goût autre qu'une amertume douteuse, quasiment cru et assorti de tagliatelles fades, mal cuites et réchauffées. Nous avons évidemment fait remonter l'information a la serveuse, qu'elle a semblé prendre en compte mais dont le manager n'a pas été averti. La ristourne a été bien maigre face à notre déception ce soir.