La fachada, dividida en tres partes dispares, indica desde el principio la naturaleza atípica de este bar. El establecimiento, que reúne una antigua carnicería, un garaje y una tienda de costura, ofrece varias pequeñas salas en hilera, tonos deliberadamente decrénidos, rojos y ocres, un salón acondicionado con un antiguo sofá y mesa baja. Los habituales del barrio se mezclan en un ambiente agradable con una clientela más joven y moderna. Los pequeños precios, especialmente durante el happy hour, lo convierten en un lugar perfecto para comenzar la noche con un mojito o un ti'ponch. Los adeptos del rock encontrarán a los esgarros, con conciertos de grunge, metal o rockabillas regularmente organizados. Un bar auténtico.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre LE P'TIT GARAGE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.


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