LE KITCH
¿Cómo bautizar de otro modo este pequeño bar colorido? No se agote, su nombre ya está bien encontrado. Ya que la fachada rosa y turquesa, aureada de lámparas, anuncia desde el principio la tendencia, la decoración interior del Kitch la destaca claramente. En las estanterías se acumulan tonterías (aportadas por los clientes) mientras bebemos nuestras copas sobre muebles de recuperación, madera y Formica. Una pequeña sala suplementaria, en la parte trasera, te acogerá con sillones y sofás, y si ellos tampoco datan de ayer, es el encanto de la casa. Es decir, que si el bar cuenta hoy muchos de los habituales, sigue atrayendo cada noche a una clientela de paso (muchos suecos nos dijimos). Y bien sabida, esta última estará encantada de probar las creaciones de la casa. Entre ellas, el shrek, cóctel emblemático de la casa, el tipo de mojito de ginebra y el aspecto de graniza.