Situado en la esquina del bulevar de la República y de una calle subyugada, la calle Preschez, el restaurante colabora con las tareas de jirafa de su escaparate. ¿Dónde se encuentra, acogedor y moderno? En absoluto. Desde la puerta pasada, el decorado de una antro "pseudo exopolítico-rústico" te recibe sin calor bajo la figura triste de un hombre que te instalará de entrada en el lugar menos cómodo (silla de hierro), mientras que la sala está vacía por la noche. Después de pedir sabiamente un asiento en un asiento, es la música de una radio FM la que te obliga de oficio. El restaurador habla sin pudor, de su voz más alta al teléfono durante toda la cena, o casi, inatento a tu deseo de tomar el pedido. La suite no es nada más apreciable, el vino de cubi es malo, el plato hace una salsa con chutney baja, no demasiado mal cocinado, pero por 15 euros,¡no faltaría más que eso! En cuanto al postre, al pedir una crema quemada, te arriesgas con un tiramisu descongelado desde hace poco y muy mal. Por último, hay que comprobar la cuenta.
Opiniones de los miembros sobre LE GIRAFON
Avec un peu d'insistance une serveuse nous a finalement pris en charge mais avec un désintérêt total (voire du mépris) et nous a laissé une curieuse impression de déranger...
Nous ne reviendrons pas c'est certain.
C’est frais c’est bon, c’est agréable, donc une bonne adresse pour se restaurer
Erik Boulard