¡Una verdadera institución neutral! Durand Dupont es un viejo conocimiento. El que no haya venido a tomar un café en la mañana levanta la mano. Todos pasamos un día en este templo del elegante y del lounge para tomar una copa entre las dos comidas, un cóctel al final de la noche, para picar los domingos a la hora del brunch o más lógico para comer en el almuerzo o en la cena. Detrás de la fachada azul, la cocina es muy clásica. Aquí encontramos todo lo que hace el éxito de este tipo de casa. Platos que atraviesan las épocas sin envejecer y que gustan al mayor número. ¿Ejemplos? Pero con alegría, carpaccio de buey, virutas de parmesano y cohetes, ensalada de cabra caliente, tartare de salmón y abogado, atún de media coleta con sésamo, confitado de pato y patatas, entrecruzadas y grandes patatas fritas. Y para terminar con una nota azucarada, el fluido de chocolate y su helado vainilla, el millehoja con frambuesas y la crema quemada con pistachos. Nada sorprendente, pero no se viene aquí para sorprenderse. Cabe destacar que el lugar puede acoger tus eventos privados.